Rodó verde por el suelo de la cocina. Se chocó con una bolita negra que estaba en un rincón arrugada. La aceituna verde se alegró: «¡Anda! ¿Eres una aceituna negra?». La bolita negra miró sorprendida a la alegre aceituna: «No. Soy una cereza roja».

Rodó verde por el suelo de la cocina. Se chocó con una bolita negra que estaba en un rincón arrugada. La aceituna verde se alegró: «¡Anda! ¿Eres una aceituna negra?». La bolita negra miró sorprendida a la alegre aceituna: «No. Soy una cereza roja».