Te empujé de mi dentro.
Y comencé a arrastrar soledad. Yo la seduje y me fié. De mí. De mi «no-tú». Encerré el «nuestro».
- Yo sola, puedo.
Pero mi dentro se enfrentó. Me desafió con el abandono.
Y mis pasos borraron sus huellas.
Y mi aliento disolvió la vida.