

Los desencuentros
“Te amo como se aman ciertas cosas oscuras, secretamente, entre la sombra y el alma.” (Pablo Neruda_Soneto XVII) He vuelto a perder el tren en el que va. Tendré que tomar otro. No soy de quedarme a esperar. Nuestros trenes se cruzan en contadas ocasiones y siempre llenas de desencuentros. Hace ya bastante que me invitó a subirme por primera vez, y no lo hice. … Continúa leyendo Los desencuentros

Septiembre
“Summer has come and passed, the innocent can never last, wake me up when September ends” (Green Day) Despiértame cuando vuelvas a brillar, tiéntame como tú solo sabes hacer, búscame si quieres volver a soñar. Septiembre también pasará. Bésame queriendo, pero sin querer, llévame contigo a bailar, recuérdame o no te atrevas a volver. Septiembre también pasará. Continúa leyendo Septiembre

Las Ménades
Era un grupo de dulces y tiernas muchachas que cada sábado por la noche se pintaban con purpurina los ojos y los labios. De ellas se decía que bailaban hasta el amanecer embriagadas por Dionisio, que se entregaban ferozmente a los placeres de la carne. Luego, cuando el éxtasis terminaba a la luz del día, se encontraban mutiladas, devoradas, intoxicadas. Decían que las dulces muchachas … Continúa leyendo Las Ménades

Fósil
El otro día encontraron a una señora fosilizada en la playa. Estaba petrificada con la hamaca y todo. Marrón. Color de la arena mojada. Unos niños jugaban a la pelota y le dieron en la cabeza. Uh, perdone, señora, ¿puede pasar? Pero la señora nada: mirada fija hacia el mar y la toalla inmóvil en el respaldo de la hamaca. Los niños con miedo y … Continúa leyendo Fósil

Taxidermia
Me dijeron que no me acordaría de nada, que no sentiría dolor. Y, efectivamente, me despierto despejada y todo parece en orden. Creo que mis órganos siguen conmigo. La cicatriz es diminuta, han hecho una auténtica filigrana de sutura. Pero, ah, un punto se ha soltado y está comenzando a supurar serrín. Continúa leyendo Taxidermia

Los hongos del cobertizo
Dentro está oscuro y crece el musgo. No es un musgo al uso, sino una capa aterciopelada que se arremolina ascendente por los tablones de los rincones del suelo y las paredes: moho. La negrura del interior es opaca. Las ventanas están tapiadas con más tablones podridos. Allí dentro reina un fuerte olor a perro mojado. No se ve nada, pero se escuchan respiraciones acompasadas, … Continúa leyendo Los hongos del cobertizo

Noches verdes
Hay hielo y el cielo está agrietado, luminiscente, verde. De su nariz roja y redonda sale vaho denso. Tiene un hacha con la que corta troncos de un solo golpe sobre un yunque de madera. No lleva camisa y el pantalón está cortado, deshilachado, por debajo de las rodillas. Suda, la espalda le brilla. La pila de leña va subiendo a cada estallido que rebota … Continúa leyendo Noches verdes

En el día señalado
Le regaló el vestido de novia, aunque se supone que el novio no puede ver a la novia hasta el día de la boda. Pero él insistió: con este te verás perfecta. Y, desde luego, tenía razón. Aquel encaje de flores rojas en la cintura sobre la gasa blanca del fondo realzaba su figura. Era su talla. Ella se peinó con ondas largas como él … Continúa leyendo En el día señalado

Se tuvieron animales
Mi mamá me dijo: «Esa falda es muy corta, atraerás a los cocodrilos». No escuché la advertencia, ¿acaso no era un cocodrilo yo también? De todos modos, a mí no me pareció un cocodrilo, tenía los dientes pequeños cuando sonreía. Me dijo: «Así está más rico». Yo le creí, porque era verdad, así estaba mucho más rico. Después, manché mis braguitas de azul y mi … Continúa leyendo Se tuvieron animales

Mejillas abiertas
Me castigaban en el cuarto de las escobas por arrancarle hojas de la cara. Sor Adoración nos la presentó a la clase: esta es Amalia, decid hola a vuestra nueva compañera. Todos dijeron hola menos yo. Me había quedado mudo, hipnotizado, ante la vegetación que brotaba de su mejilla izquierda. Eran unas hojas verdes y rojas con aspecto de hongo y flor a la vez. … Continúa leyendo Mejillas abiertas

Por fuera de la línea
Tres o cuatro gatos han sido encerrados en el patio, exiliados del hogar. El patio tiene un alto laurel de tronco gordo y ramas abundantes y tiesas que apuntan al cielo saltando muy por encima de la tapia de ladrillo rojo descascarillado. La tapia, aunque superada por el laurel, es alta, infinita, los gatos no la pueden trepar. Tampoco pueden subir por el laurel porque … Continúa leyendo Por fuera de la línea

De aquellos paseos…
Era pescador y siempre olía a sardinas. Tenía las uñas rotas de tanto lijar los costados de la barca. Sus manos callosas y agrietadas manejaban sogas gordísimas y deshilachadas. Aquel pescador tenía la piel tostada y unos fuertes músculos de trabajo duro. Un día me invitó a subir a su barca, paseaba distraída por el puerto y me silbó descarado. Era un domingo caliente de … Continúa leyendo De aquellos paseos…