Hay ciudades en las que no vivirías nunca pero a las que estás deseando regresar. Ciudades que añoras cuando menos te los esperas, y de las que quieres huir cuando te atrapan con sus garras ruidosas. Hablo de México DF. La Jungla. La ciudad de los mil ruidos. La ciudad de los palacios. La ciudad de los conquistadores. El viejo asentamiento de la gran ciudad de Tenochtitlán. La ciudad de la laguna desecada y el metro interminable. La ciudad de los veintitantos millones de habitantes.
Cualquier escritor mexicano que pasee por del DF tiene muy complicado escapar de sus mitologías. Las poéticas de la ciudad las fundaron los artistas prehispánicos. Y me acuerdo de los versos nahuales de Nezahualcoyotl y los últimos icnocuicatls tras la llegada de los españoles. La traza de la nueva ciudad construida por los vencidos la consagraron los cronistas de indias y los humanistas del siglo…
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