Pas de deux

Te levantaste a la hora habitual. Generalmente no te costaba despertarte, pero en ese instante decidiste postergar la retirada de las sábanas. Pesaban excesivamente. Te frotaste los ojos con las manos y aguantaste la respiración tensando el cuerpo. En el momento de relajar los músculos, te giraste sobre tu lado izquierdo y te erguiste. Ya habías apagado la alarma… No lo recordabas… Buscaste las zapatillas: … Continúa leyendo Pas de deux