En mí todavía queda
Nos cruzamos en el mejor momento o en el peor, según se mire. Lo nuestro fue intenso, dudo si quizá eterno porque, aunque me laten en la boca tus mordiscos, a mí el sudor se me secó en el cuerpo. Tu aliento ahora resbala gélido por mi cuello y sólo sangre y tierra en mí todavía queda. Los funerales de Atala, 1808. (207×267 cm) … Continúa leyendo En mí todavía queda
