Pájaros de tinta

Tenía una mota de tinta en la mejilla, pequeña, graciosa como el lunar pintado de una flamenca. Sonreí y pasé el dedo pulgar por aquel puntito queriendo inútilmente eliminarlo. Entonces, también sonrió y de su cabeza salió una bandada de pájaros negros, enormes, que luchaban por desenredarse de los cabellos. Alzaron el vuelo muy alto con ajetreo de plumas que cortaban el aire hasta convertirse en un nubarrón negro en el cielo. Comenzó a llover gotas negras. Gotas negras que lo dejaban todo manchado de tinta.

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Nonna Carolina, 1936. Carol Rama (1918-2015). Museo de Arte contemporáneo de Barcelona (MacBa). Pasión, locura y arte marginal.

 

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