
La cola de los prodigios
Llegó tarde y con la boca en la mano. Se puso junto al último de la larga fila. En silencio. Estaba nerviosa. Los labios le temblaban y le hacía cosquillas entre los dedos. El último se giró: «¿Tu primera vez?» Los labios se sellaron al mismo tiempo que el puño se cerró. «Esto va para largo», dijo el último. «Entran, pero luego no les ves … Continúa leyendo La cola de los prodigios