

Mejillas abiertas
Me castigaban en el cuarto de las escobas por arrancarle hojas de la cara. Sor Adoración nos la presentó a la clase: esta es Amalia, decid hola a vuestra nueva compañera. Todos dijeron hola menos yo. Me había quedado mudo, hipnotizado, ante la vegetación que brotaba de su mejilla izquierda. Eran unas hojas verdes y rojas con aspecto de hongo y flor a la vez. … Continúa leyendo Mejillas abiertas

Por fuera de la línea
Tres o cuatro gatos han sido encerrados en el patio, exiliados del hogar. El patio tiene un alto laurel de tronco gordo y ramas abundantes y tiesas que apuntan al cielo saltando muy por encima de la tapia de ladrillo rojo descascarillado. La tapia, aunque superada por el laurel, es alta, infinita, los gatos no la pueden trepar. Tampoco pueden subir por el laurel porque … Continúa leyendo Por fuera de la línea

De aquellos paseos…
Era pescador y siempre olía a sardinas. Tenía las uñas rotas de tanto lijar los costados de la barca. Sus manos callosas y agrietadas manejaban sogas gordísimas y deshilachadas. Aquel pescador tenía la piel tostada y unos fuertes músculos de trabajo duro. Un día me invitó a subir a su barca, paseaba distraída por el puerto y me silbó descarado. Era un domingo caliente de … Continúa leyendo De aquellos paseos…

Dos en una
Nació con dos cabezas dentro de una. Nadie pareció notar su naturaleza bicéfala, pero dentro de ese cuerpo se libraba una batalla cada día, cada hora, en cada decisión. La coexistencia de las cabezas era salvaje, sin tolerancia. Al principio, eran cosas nimias: yo quiero ir aquí y yo allá; a mí me gustan los hombres y a mí las mujeres; quiero estudiar medicina y … Continúa leyendo Dos en una

Asedio de realidad
Era la noche propicia a cualquier conjuro. La atmósfera cálida, el sonido hinchado de los grillos, las estrellas lejanas brillando vanidosas sobre el profundo océano del cielo… El balcón estaba adornado de glicinas, buganvillas, jazmines, galanes, tiestos de geranios rosas, rojos y otros tonos mezclados por la meticulosa obra de los insectos libadores. El aroma era tan intenso que las bocanadas podían masticarse, tragarse, se … Continúa leyendo Asedio de realidad

Partes que se van
Mi hermano nació muy pequeño y pronto. No sé las semanas que estuvo en aquella incubadora, pero salió de allí cien gramos más flaco de lo que había entrado. El mismo día que mi hermano vino al mundo a mí me nació el brazo derecho. Tuve que acostumbrarme a él igual que mis padres lo hicieron con los llantos de aquella criatura que se retorcía … Continúa leyendo Partes que se van

Viscosidad aparente
Sobre un poema de Rubén Darío Sentada en el fondo de un lago. Ha perdido la sombra, no los deseos de ser, de perder. Está sola con sus imágenes. Vestida de rojo, no mira. ¿Quién ha llegado a este lugar al que siempre nadie llega? El señor de las muertes de rojo. El enmascarado por su cara sin rostro. El que llegó en su busca … Continúa leyendo Viscosidad aparente

De distopías y otras verdades
El trabajo de pensar puede liberar al pensamiento de lo que piensa en silencio y permitirle pensar de otro modo. Michel Foucault, Historia de la sexualidad, vol. 2: El uso de los placeres. Los Muruh eran gente sencilla. No sabían lo que eran los campos de cultivo y nunca habían visto una res, bueno, ni ningún animal salvo en algún cuadro abstracto. Comían proteínas plastificadas … Continúa leyendo De distopías y otras verdades

Los caminos borrados
Hubo una vez una bestia que bajó de un árbol y decidió caminar erguida sobre sus patas traseras. Otorgó misterio a su existencia e hizo de su carne verbo. Aquella bestia caminó por la hierba abriendo senderos y olvidando el día que se irguió para jorobar su espalda al sol y labrar la tierra con sus manos de sangre. Con el poder del fuego y … Continúa leyendo Los caminos borrados

Vacía de contenido
Recojo flores de papel entre los escombros de los edificios bombardeados que un soldado ha puesto para mí o quizá fue una teniente, tanto da, el caso es que alguien pensó en esa niña abandonada que soy yo. Hay algunos muros en pie que resistieron el desgarro de la metralla y exhiben con orgullo herido y ridículo los boquetes en la piel. Me acerco las … Continúa leyendo Vacía de contenido