Cuando morí el agua del río era tan negra que no podía distinguirse la sangre corriendo tibia entre los cristales de hielo. Era una sangre oscura, espesa, muda. Cuando morí sirvieron mi cabeza cocinada en una bandeja que no era ni de plata ni de acero inoxidable. Quién sabe si harían el postre con mi sangre oscura, espesa, muda. Cuando morí nada de esto importó pues ya se había sacado el corazón de la manzana con una navaja oscura, espesa, muda.
Los jeroglíficos de las postrimerías, 1672. Óleo sobre lienzo (220 x 216 cm). Juan Valdés Leal (1622-1690), iglesia del Hospital de la Caridad, Sevilla.
Es muy bueno! Es el vacío de sentido de la muerte. Al final, la sangre llegó al río (como el refrán) y no se notó, ni siquiera era de un metal digno la bandeja que acompañara servida la cabeza. Para mí, refleja la captación lírica de ese drama: ya no el de la muerte, sino el del vacío de su sentido; el del muerto que rememora cuándo murió y ve pasar su muerte sin glorias. Es cómo si la verdadera muerte fuera su irrelevancia, esa que le infectara la misma navaja oscura, espesa, muda que ahora saca el corazón de la manzana como si tal cosa.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Wow! Muchas gracias por tus observaciones, ni yo misma lo habría expresado mejor y eso que era exactamente lo que quería transmitir. Has dado en el blanco, desde luego. Es muy emocionante recibir comentarios tan constructivos como el tuyo, gracias de corazón.
Me gustaMe gusta
Gracias a ti, por escribirlo y por compartirlo!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Antes había leído solo un artículo de viaje sobre el D.F y me bastó para seguir tu blog. Ahora este poema, relato o lo que sea, este pedazo de literatura me ha parecido excepcional. Gracias por él y gracias por presentarme a Valdés Leal! Saludos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me alegro un montón de que te guste nuestro blog. Es un blog colaborativo en el que participamos varias personas en la que cada uno y una aporta lo mejor de sí. Te animo a que bucees en cada sección [y en la mía más, ja,ja,ja,ja!! (broma)]. Mis microrrelatos van siempre relacionados con una obra pictórica, Valdés en concreto es un pintor que me apasiona, me alegro de que te haya gustado. Gracias a ti por leernos, si no fuera por estas cosas el blog (y menos mi literatura) no tendría sentido. Saludos.
Me gustaMe gusta
Ah, pues qué bien! Me llegó por el blog, sí! Muy interesante que los relaciones con obras pictóricas. Ya me da más curiosidad. No obstante, «Cuando morí» funciona por sí mismo, sin depender de la pintura, quiero decir; a mi lectura, se vuelve un diálogo esencial entonces entre ambas, literatura y pintura. Ya leeré los otros! Sé que será un buen paseo literario por la pintura! Gracias por eso también! Saludos!
Me gustaLe gusta a 1 persona