Si un día me pierdo, que me busquen en la corteza de los árboles, entre las grietas de las rocas de las montañas, quizá debajo de un puente o de algún balcón de un antiguo amante. Si una vez me pierdo, caminaré por carreteras sin asfaltar, por sendas saturadas de vegetación, quizá me siente debajo de un toldo de alguna terraza para refrescarme si hace calor y si hace frío, espero estar a resguardo con algún fuego o en alguna cueva, quién sabe si con algún amante. No sé, si un día me pierdo, espero no encontrarme.

Tigre en una tormenta tropical o ¡Sorprendido!, 1891. Óleo sobre lienzo (130 × 162 cm). Henri Rousseau (1844-1910).  Arte naíf. National Gallery of London.