«El paraíso lo prefiero por el clima, el infierno por la compañía…»
(Mark Twain)
¿He llegado con suficiente tiempo este año nuevo?
Porque te invito a salir…y no me pongas esa cara que nos conocemos.
¡Bailemos!
Pero…¿me escuchas? ¿Qué haces ahí quiet@? Venga, ¡tenemos prisa! ¿Sabes lo rápido que pasan 365 días? Nos volverán a dar las uvas si no te decides y yo quiero vivir. No tengo ninguna intención de ser uno de esos ‘muertos en vida’ que solamente deambulan, encadenados a un reloj y un calendario, entre deberes, normas y recibos del banco.
Quiero que conozcas un sitio. Algun@s dicen que es caluroso y ruidoso. Quizás no sea ésta la perfecta tarjeta de presentación…Yo más bien creo que es cálido y divertido. Puede que te preguntes por qué deseo ir allí, pero es que siempre oí decir que el infierno puede ser un lugar maravilloso si se baila con el demonio adecuado, y ese sitio tiene muy buen ambiente y mejor compañía.
Eso sí, habrá que aprender a bailar. Allí todo fluye al compás de la música y las risas. No es lugar para porqués, no hay barra libre para el dudar, solo para disfrutar y dejarse llevar.
Y algo tendremos que hacer con esa actitud tuya, tan encorsetada…Allí calan en seguida a los cabizbajos y temerosos. Esmérate un poco por favor, afloja esos botones que tanto aprietan, dibuja una sonrisa y ¡levanta esa barbilla! Ya va siendo hora de pisar fuerte, incluso en el fango. Que yo sepa…de nada te sirvió el año pasado caminar siempre con tanta prisa y de hombros encogidos, ¿no crees?
¡Carpe diem amig@!
La vida es un baile y yo te espero en la barra 😉