El día que le tocó morir no estaba en la hoja del calendario. Ocurrió con la misma sutileza de un cabello cuando cae. Tuvo la precaución de guardar el silencio en un tarro de cristal. Lo puso con mimo sobre la tele. Metió en un cajón la oscuridad de la noche, después se ocupó del frío, se tumbó en la cama y se echó a dormir.
Jardín abandonado, 1907. Óleo sobre tela, (92 x 183 cm). Modesto Urgell Inglada (1839-1919). Museo del Prado.