«Meter mucho ruido a propósito de una ofensa recibida no disminuye el dolor, sino que acrecienta la vergüenza»
(Giovanni Boccaccio)
Silencio vs. mucho ruido.
Ruido que conviene a dos partes vergonzosas que nos jalean a todos, mientras ellos no pisan ni pisarán jamás las tristes calles donde tú y el que no piensa como tú os estáis gritando.
Cada uno decide cuánto más tiempo contribuirá al ruido para regocijo de quienes ganan y ganarán todavía más con él (y que por cierto, seguramente no serás tú, ni ningún ciudadano de a pie).
Yo, de momento, escojo no hacer ‘mucho ruido’ y alejarme buscando el silencio aunque sea refugiándome en una instantánea de «aparente calma» como la que os acerco hoy.
Ojalá, la vergüenza pase pronto.