Juan Rulfo en su centenario

Hoy se cumplen 100 años del nacimiento del escritor mexicano Juan Rulfo. Como lector, en ocasiones pierdo el tiempo imaginando cómo sería el encuentro y la charla con los escritores favoritos (también con aquellos que odias). Con Rulfo te imaginas tomando tranquilamente un tequila en alguna terraza próxima al Zócalo, en la ciudad de México, mientras escuchas su voz pausada y su discurso afinado, parco en palabras. Me imagino hablando con Rulfo de todo menos de literatura. Con los ceniceros llenos, las botellas medio vacías, después de agotado el tema de la vida. Una vida infame recorrida de cabo a rabo por la violencia. Por la violencia del paisaje de su Jalisco natal, donde la canícula aborrece las flores y el desierto empieza a cobrar nombre. Y los caminos parecen hablar de la Revolución, de las guerras Cristeras. De sangre y fuego.

rulfo

Acaba de publicarse el libro 100 fotografías de Juan Rulfo (El País reseña algunas fotos en este artículo) y probablemente le habría preguntado por la fotografía. Por qué la fotografía. Un escritor que hizo más fotografías que cuentos. Qué quería usted contarnos en sus fotografías, don Juan. Qué tiene ese paisaje. Por qué ese desierto. Por qué los habitantes de la nada si estamos hoy aquí, rodeados de la multitud que cruza por Madero hacia el Zócalo. La soledad. Debía de ser la soledad. Usted se siente muy solo, don Juan. Usted se pone con una pipa mirando al horizonte inabarcable y rodeado de las piedras milenarias. Solo piedras. Nadie. Quizá algún campesino de hondo pasar. O algún músico perdido en el sol. Los fotógrafos se comunican con su cámara. Pero usted quería ser escritor.

Creo que no le habría hablado a Rulfo de literatura. Estoy convencido de que no le gustaba hablar de literatura. Mucho menos de cómo había sido recibida su obra. La extraña Pedro Páramo . Memoria de la América real maravillosa. La entrevista de Serrano Soler en el «A fondo» del 1977 habla por sí misma. Adónde mira, don Juan. Está usted incómodo. Son las luces de la televisión. Es la dinámica del entrevistador. La entrevista busca la comunicación, la cercanía, la complicidad. A usted le gusta más la fotografía. La fotografía busca la lejanía, dibuja el horizonte que se aleja, como la soledad. No, creo que no le habría preguntado por Pedro Páramo, ni por El llano en llamas. Ni por qué motivo dejó de escribir (se murió el tío Celerino. El que contaba las historias). Ni por qué ese rostro triste al hablar de su obra.
No, jamás le habría preguntado qué buscaba encontrar con Pedro Páramo. Ni por qué Comala. Porque ya lo sé, don Juan. Yo sé que usted miraba el infinito porque huía de la muerte. Yo sé que usted en Comala, rodeado de fantasmas, buscaba también la eternidad.

2 comentarios en “Juan Rulfo en su centenario

  1. Tienes ese «algo». Un algo que va más allá de la palabra. Será la forma de percibirlas o de seleccionarlas. El lugar exacto, el momento oportuno. Si sabes qué es tu «algo», no lo pierdas nunca. Si no lo sabes, no intentes descubrirlo, que siga fluyendo de manera natural.

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