La verdad es que nunca he estado en Berlín. No hace mucho, estuve más cerca de Alemania, a poco más de quinientos kilómetros. Y eso es más cerca de lo que suelo estar. Vivo muy lejos hasta del lugar donde vivo.
Permítanme presentarme: Me llamo C.C. Baxter aunque podéis llamarme Novick. También podéis llamarme Mrs. Kubelik y jugar a las cartas conmigo. Pero mejor llamadme Novick que tampoco es mi verdadero nombre pero es el que yo he escogido.
No quiero ir a Berlín. Quería ir a todos los rincones del mundo, pero me he quedado más cerca de casa.
Concretamente a un par de calles de donde inicié el viaje, creo que se debió a que mi ímpetu aventurero tenía poca batería.
En ese sitio escribiré un diario. Uno ficticio con nombres inventados y personas desconocidas. Nada será cierto, pero, a la vez, todo parecerá posible. Tal vez porque tenga algo de verdad o tal vez porque os recuerde a vuestras propias verdades.
Ya puestos, no tratéis de buscarle algo más que el intento de rozar esas sensaciones primigenias que se quedan en la gente, como los posos del café, tras una dulce o amarga experiencia.
Esta es mi primera hora en Berlín. Cierto es, nunca he querido ir a Berlín. Pero cierto es también que si tengo un billete de avión, te acompaño a donde sea.
No sé si me gusta más la pajarita o la camisa de ¿tucanes?
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Son colibríes (quiero pensar) XD
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