Pasamos la mayor parte de nuestra vida planificando nuestro futuro, sin pensar en que es nuestro presente lo verdaderamente importante.
La música, una de las formas más bellas que tenemos para expresar lo que somos, es capaz de unir nuestra parte más matemática y planeada, con aquella más emocional e improvisadora. Cada estructura, cada nota, cada armonía, cada melodía ideada, escrita, interpretada y escuchada nos enseña aquello que no podemos expresar con palabras, aquello que es mejor sentir que contar.
Por ello, espero que esta sección, que hoy da sus primeros pasos, sirva para adentrar al lector en otro mundo: el de la música.
Comenzaremos con uno de los mejores improvisadores y músicos que nos ha dado la historia: Paco de Lucía y su guitarra. Compañeros inseparables que consiguieron revolucionar el lado más “clásico” del flamenco de la época. Sus interpretaciones nos hacen pensar que es posible hacer otro tipo de música, que es posible mezclar lo que está escrito con lo que sentimos a la hora de tocar. Su música, un ejemplo de constancia y perfección para todos los que amamos este arte, nos permite acercarnos un poco más al verdadero significado de vivir, sentir e improvisar al mismo tiempo.
Vamos a contar historias de una forma distinta…¿improvisamos?
Me encanta esta canción. La uso con volumen muy alto cuando me quiero concentrar 😀
Me gustaLe gusta a 1 persona
Yo la uso siempre que quiero sonreír
Me gustaMe gusta